Fue un viernes, el viernes pasado. Recibo una carta certificada a mi nombre, sin remitente. Miedos y sospechas resurjen en mí. Será o no será ...
Despues de discutir con el personal de correos porque venía sin remite y una carta certificada no puede emitirse de ese modo, me decido a cogerla, más por curiosidad que por otra cosa. Miro el sobre, un sobre acolchado, lo palpo, miro la letra que escribe mi nombre, mi dirección, mi ciudad...
Me decido a abrirlo y me quedo blanca como la pared... Una carta manuscrita, no hace falta que la lea para saber de quién es... Me da miedo desplegarla y leerla. Me voy al coche que tengo aparcado en doble fila. Me armo de valor y la leo.
Las lágrimas me vienen a los ojos... El corazón se me encoje y vuelven todos los recuerdos pasados, ocultos, olvidados... Me voy al trabajo. Mi jefe me espera. Yo no estoy de humor y tengo un nudo en la garganta. No puedo evitarlo y no contesto como siempre. Estoy a punto de echarme a llorar. Me contengo. Espero que se vaya y por fin puedo respirar tranquila y reponerme.
Llamo a mi marido. Se lo cuento. Me dice que no le de más vueltas y que es lo que temía que fuese... A mi padre no lo llamo. Aguanto hasta mediodia. A esas horas se me ha pasado la impresión que ha sido sustituida por el enfado, la rabia...
Como se ha atrevido a escribirme despues de tantos años !!! Despues de todo lo que pasó, siempre pensé que era un tema definitivamente resuelto. No quiero que empañe mi felicidad de ser madre !!! No se lo permitiré a nadie !!! Ya nunca más seré esa niña tonta que los demás pueden pisotear sin compasión y despues aparecer como si nada como un fantasma surgido del pasado ya casi olvidado...
No puedo expresar libremente de lo que se trata pero he sentido la necesidad de contarlo porque muchas veces me siento culpable sin serlo. Sigo siendo en el fondo esa niña tonta, demasiado sentimental que siente que el mundo está sobre sus espaldas, que lleva todavía esa carga tan pesada del pasado...
Pero me he repuesto. Soy más fuerte que antes. No van a volver a hacerme daño. Mi vida no la perturbarán ni conseguirán su propósito. Tienen que cambiar mucho las cosas para que pueda perdonar...
En el fondo creo que he perdonado pero nunca podré pasar por alto todos esos años perdidos, todos esos años en los que no fui nadie, en los que no sabía ni siquiera quién soy.
Se que nuevos capítulos se escribiran sobre ello, de eso ya no tengo ninguna duda, pero seré fuerte y me mantendré firme en mis decisiones esperando que no me vuelva a equivocar...
Bueno, no sé de qué trata la carta ni la historia pero esa carta, aún recibiéndola en el presente, forma parte de tu pasado y como pasado que es, intenta que no te afecte más de lo necesario.
ResponderEliminarTodos llevamos en nuestro interior a ese niño tonto y siempre tenemos miedo de que salga y nos controle, cometiendo o repitiendo algunos errores, pero nunca sale, porque la mujer en que te has convertido tendrá mucha más fuerza y más razonamiento que aquella niñita pequeña.
Ánimo y sé fuerte como tú eres.
Un besazo
Es una carta de alguién de tu pasadoy se nota que ese alguién te hizo mucho daño y te duele solo recordarlo. Nunca estamos seguros de saber si hemos actuado bien o mal, pero si dejas que la culpa te aprisione entonces si que no hay escapatoria.
ResponderEliminarOjalá que puedas superarlo. Suerte y ánimo.
Besotes.
Sea lo que sea, Alexia, y por encima de todo, no permitas que nada ni nadie empañe tu felicidad. La de ahora y la que de seguro muy pronto tendrás entre tus brazo.
ResponderEliminarY no te avergüences de haber sido, si es que así lo crees, una niña tonta. Yo y creo que casi todos lo hermos sido en algún momento de nuestra vida, pero para eso nos sirve el madurar...para darnos cuenta de ello y plantarnos un buen día para decir: "nunca más".
Ahora ya eres una mujer fuerte y segur de lo que quieres. Todo lo hermoso que tienes por delante vale un millón de ve4ces más que lo malo que ya quedó en el pasado.
Ánimo, mujer valiente!
Un abrazo muy, muy fuerte!
Núria
Yo, tambien fui el niño tonto al que todos pegaban, insultaban y despreciaban.Pero me hice el valiente y luche y gane todas las batallas y te aseguro que perdone y perdono, nunca odio porque en mi no existe eso, pero las personas que no me interesan simplemente no entran ni caben en mi vida, ni las del pasado ni ninguna que pueda hacerme daño. Asi es que querida amiga, sea lo que sea esa carta solo debes de pensar en una sola palabra MADRE, que es lo mas importante en estos momentos para ti y todas las personas quee verdaderamente te quieren.
ResponderEliminarMucho animo y suerte para los dos.
Un fuerte abrazo.
En el fondo creo que he perdonado pero nunca podré pasar por alto todos esos años perdidos, todos esos años en los que no fui nadie, en los que no sabía ni siquiera quién soy.
ResponderEliminarME QUEDO CON ESTO ALEXIA, hay cosas que nunca se pueden disculpar, un abrazo con todo mi cariño.
Estoy retrasada leyendo los mensajes pero poco a poco me pongo al día.
ResponderEliminarGracias por vuestro apoyo. La verdad es que con lo de mi hijo apenas he tenido tiempo de pensar más en ello y no quiero volver a hacerlo.
Forma parte de mi pasado aunque nunca me podré desvincular totalmente por los lazos que nos unen pero nunca más permitiré que pisoteen mi vida a su antojo y me utilicen como lo han hecho en el pasado.
Es demasiado tarde para reparar el daño porque es irreparable.
Un abrazo para todos y gracias por vuestra comprensión.